lunes, 25 de diciembre de 2017

LA NAVIDAD DE MI NIÑEZ:ILUSIÓN DE UNA GENERACIÓN.

                 Acaso lo más bello que tenga la Navidad sea la inocencia.Los niños de mi generación la celebrábamos con un gozo interior incontenible.Sentíamos el aire pleno de inefables armonías,y el mundo parecía estar a punto de romper a cantar.

                 Qué misterio es éste,Señor, que nos hace reír y llorar,rezar y cantar? Sobre todo,cantar.
Cada uno con su pandero,su zambomba,sus sonajas y nuestros villancicos,cantados a todo pulmón,
tratando de imitar a nuestros admirados mayores,integrantes de la Cuadrilla de Auroros,comandados por mi llorado Tío, Antonio " Caballicos".

                 Y es que la fiesta del nacimiento del Señor,era entendida luminósamente por los niños,si-
guiendo el ejemplo de aquellos,nuestros mayores, de los que heredamos el verdadero y auténtico sentido de tan entrañables días de ternura ingenua,de palabras a media voz,de villancicos con regusto
de Nacimiento.Una celebración para la blancura de la nieve,la blancura de las ovejas, y la blancura de
las miradas sin malicia,los sin hiel,los sin odio,los sin maldad...

                    La Navidad ensancha los caminos del alma,abre horizontes de optimismo,enjuga las lágrimas y coloca lirios en los corazones de los menos y más necesitados.Cantan los ángeles y responden los ruiseñores.La alegría de la Navidad es patrimonio de los humildes y de todo el mundo,porque nace de la posesión de La Paz y del ósculo de la caridad.

                     Estallan de luz las grandes ciudades y los pueblos,una luz pulverizada en jubilosas iluminaciones,que hacen mediodía de la medianoche,como entablando infantil competencia con las luminarias del cielo.Por los más recónditos senderos del mundo,se entrecruzan mensajeros,portadores de felicitaciones y enhorabuenas.La gente se saluda en plena calle.Y en todas las lenguas del orbe,una idéntica frase: " ¡Feliz Navidad!".

                      Feliz Navidad,es lo que deseo,para vosotros/as,para mi gente,para Mi Pueblo.....Os quiero,y me permito alzar la copa del júbilo,para derramarla,en nombre de todos los nuestros; como una lluvia de paz,libertad y amor,en esta España,tan necesitada del pan y el agua de la esperanza y la mano tendida,portando la bandera de la fraternidad.......Qué buena hogaza sería para el zurrón de la Navidad del Señor!


                                                  Francisco Jiménez Pérez, Cronista Oficial.